¿Te ha pasado que hay días en los que tienes la mente tan revuelta que lo único que quisieras es pausar el mundo y descansar de todo?
Espero que no.
El otro día me pasó.
Llevo un par de meses trabajando mucho, descansando poco y con el estresómetro en niveles de alerta roja 🥴
El punto es que Lucrecia (mi querida voz interna con complejo de jefa sindical) me paró en seco y me soltó:
—O le paras… o te paro.
Así, sin anestesia.
—¿Me lo dices como mi amiga o como mi jefa? —le pregunté, intentando suavizar el tono.
—Averígualo —respondió, y con su silencio lo dejó clarísimo.
Así que no me quedó de otra: tuve que parar.
Ya la conozco y sé cómo se pone cuando quiere hacerme entrar en razón. Así que, mejor por las buenas… 😬
Salí a caminar para despejarme. Pero con cada paso que daba, en lugar de relajarme, iba enumerando mentalmente todos mis pendientes, que se mezclaban con una buena dosis de culpa cortesía de mi yo workaholic.
Cuando volví a casa, me sentía más abrumada que cuando salí 😮💨
Entonces hice lo que mejor sé hacer:
Escribir.
Abrí mi cuaderno y puse un título grande:
"Mis pensamientos de hoy"
Y empecé a vaciar mi mente, uno por uno, hasta que suspiré de alivio al ver toda mi basura mental fuera de mi cabeza, ordenadita en esa “lista negra”. ☠️📝
Lo curioso es que al leerla, me di cuenta de que adentro de mi cabeza hacían mucho más eco.
Pero al ponerlos sobre el papel... perdieron fuerza.
Como si al escribirlos, algo dentro de mí dijera:
“Ok, ya no somos rehenes de esto. Podemos seguir.”
Ahora esa lista se ha vuelto mi forma favorita de ponerle pausa al caos.
No para borrarlo, sino para verlo con claridad y recordarme que, cuando todo se siente mucho, puedo parar, escribir… y soltar.
Porque a veces, lo que más pesa no es la vida, sino todo eso que no dejamos salir.
—A ver si así aprendes que no todo se resuelve trabajando como loca, porque el otro día…
—Ya, ya, no te estreses —la corto antes de que se suelte con su letanía de “yo lo sé todo y tú no”.
Así que…
Cuando la cabeza esté a punto de explotar, agarra papel, pluma y saca todo.
Puedes hacer tu lista negra y sacar lo que te revuelve la cabeza.
Darle voz al desorden, para que deje de gritar.
Y luego, como siempre…
✨ Relájate un chingo y sigue adelante.
Ya sabes que te lo digo porque te quiero 😘
¿Nos conocemos? 🙃
Si quieres saber un poco más del “contenedor de Lucrecia” es Aquí ✨
Me encantó como muestras que a veces, tenemos que buscar diferentes vías para drenar el estrés. Unas es caminar y otras escribir.
Lo de la lista negra maravilloso.
Que bien es soltar los pensamientos escribiéndolos.✨️
Me ha encantado la parte de “fluir” y esta: “Porque a veces, lo que más pesa no es la vida, sino todo eso que no dejamos salir.” Gran post!!